La figura del agente de banca privada
Feb, 2019
La entrada de la MIFID II, que es la nueva directiva europea que clasifica a los clientes entre particulares (99%) y profesionales (1%), exige a los bancos perfilar a los clientes según su aversión a la volatilidad. El cliente particular es el que requiere asesoramiento por desconocimiento de la materia y el cliente profesional es el que está preparado y tiene, generalmente, conocimientos para tomar decisiones financieras.
Esta regulación se ha efectuado porque los bancos han asesorado muy mal a los clientes (con mala praxis) sobre todo en España y Grecia. En nuestro país hemos de recordar irremediablemente el escándalo de las participaciones preferentes, vendidas de cualquier manera y a cualquier persona de forma poco ética y moral.
La banca en España está montada de forma considerablemente piramidal, si bien es cierto que está mejorando con la MIFID II, donde los objetivos de los clientes no van alineados con los objetivos del banco y el director de la oficina recibe órdenes del territorial de forma ascendente y de forma descendente da órdenes al director de oficina. Éste a su vez dirige a los gestores comerciales, y cabe destacar que algunas de las entidades más agresivas en ese modelo son el Banco Santander y Caixabank, cuya percepción acerca de sus estrategias de venta salen reflejadas en encuestas de calidad y satisfacción de los propios clientes.
De esa visión nace la figura del agente independiente: profesionales autónomos que velamos con prioridad absoluta por los intereses de nuestros clientes (aquí también hay categorías en función del tipo de contrato y de la herramienta financiera con la que se puede trabajar).
En mi caso soy agente de banca privada e independiente. Trabajo con la mejor plataforma financiera europea, INVERSIS, con llave profesional y un universo de más de 40000 fondos. A partir de aquí, ya depende de la capacidad y talento de cada personas a la hora de configurar la cartera del cliente dentro de una planificación financiera ordenada y adecuada según sus necesidades económicas y financieras.
¿Cuál es la diferencia fundamental? El valor extraordinario descansa en el hecho de que un agente independiente en banca privada puede tener alrededor de 150-200 clientes muy bien gestionados, un profesional por cuenta ajena de banca personal unos 700 y una oficina en banca comercial no bajará de 2000-2500. Los datos objetivos hablan por sí solos.
En definitiva, somos profesionales que tiene libertad en la toma decisiones y mis clientes arriendan mis servicios por unas horas y cada vez que necesitan algo estoy a su entera disposición.
Soy parte de un equipo maravilloso de trabajo, compuesto por excelentes profesionales:
- Dos personas en back office para ayuda administrativa, operativa y logística
- Dos compañeros en front office para activo y pasivo bancario (planificación en equipo de carteras de nivel, gestión de empresas y líneas de crédito)
- Un profesional experto en la MIFID II que nos forma de las novedades de la nueva directiva Europea y prepara informes detallados para dar valor a los clientes presentes y futuros
- Expertos para cuentas y sociedades en el extranjero